Foto: Nelson Sánchez, abogado en libre ejercicio.
Como no escribir sobre un tema que paraliza al país, como es el fútbol que es pasión de multitudes. El día domingo tuvimos la final del fútbol ecuatoriano, entre dos equipos que en sus distintos segmentos son ídolos, el Barcelona que es el más ganador de títulos a nivel nacional, con la hinchada más grande del país, y el Aucas que jamás había conquistado la gloria. Luego de 180 minutos por los dos partidos jugados, el equipo Oriental es el nuevo campeón, un equipo que ha sufrido todas las crisis institucionales, ha descendido a la segunda categoría y desde ahí ha venido para obtener el primer título nacional de su historia.
El Aucas es un equipo que tiene en sus hinchas a los estratos más populares del Sur de Quito, en donde tiene su estadio, un gran animador de los campeonatos, pero no nunca llegaba a las instancias finales, tal es así que nunca había jugado una Copa Libertadores, siempre estaba presente, pero se desinflaba al final, sin embargo esta ocasión todo cambió, y supo mantener esa regularidad para ganar un partido muy complicado en la ciudad de Guayaquil y luego obtener un empate en su casa, con una soberbia actuación del argentino-ecuatoriano Hernán Galindez, quien se vistió de héroe al atajar un penal y poner a delirar a todos sus hinchas, muchos de la tercera edad que jamás lo vieron levantar la copa, quienes acudieron al estadio a pesar del frío, en sus sillas de ruedas, con los tanques de oxígeno, los que festejan y dicen que ahora si pueden morir en paz.
Es que el fútbol genera esos sentimientos indescriptibles de pasión, y el caso del Aucas es especial pues es un equipo apreciado por todos los demás rivales, por todas estas circunstancias que lo han rodeado, y al final todos queríamos verle campeón, pues se lo merecían luego de tanto sufrimiento, y de todas las historias que hemos visto, como la de los hijos que festejan en honor a sus padres y abuelos que ya partieron y no lograron celebrar esta alegría.
Felicidades al campeón nacional y sobre todo a su hinchada que se merece esta gran alegría, y ahora estamos atentos a la inauguración del mundial, donde nuestro país participará por cuarta vez.