Foto: Las mujeres atraviesan duras crisis.
María Cecilia Ante tuvo su primer hijo a los 22 años, dentro de su realidad todo parecía estar en orden, su familia estaba contenta con la llegada de un bebé a la familia y su esposo se mantenía alegre con su paternidad. Sin embargo, tras los primeros quince días de maternidad, María Cecilia empezó a tener un sentimiento de desesperanza, el cansancio demandante de cuidar a una criatura recién nacida no le daba tiempo de explorar sus emociones, sin darse cuenta cada vez la tristeza se volvía más intensa. A los dos meses los sentimientos de desolación se volvieron depresión, María Cecilia se la pasaba el día envuelta en llanto, sin que al parecer hubiera un motivo real que justifique su tristeza. El caso de la joven madre no es aislado, de acuerdo a Josué Herrera, psicólogo clínico, cada vez son más las mujeres que tras dar a luz, se enfrentan a la depresión posparto, que puede aparecer en cualquier día del primer año.“Pueden ser los cambios hormonales y físicos después del parto”, explicó el Psicólogo quien habló de la importancia de saber distinguir entre los síntomas leves, moderados, graves y la clase de depresión que vive la mujer, para desde ahí partir con el tipo de ayuda que requiere. Existe la melancolía posparto, los signos y síntomas pueden durar unos pocos días a una o dos semanas después del nacimiento del bebé, incluye: Cambios de humor; ansiedad; tristeza; irritabilidad; llanto; concentración reducida; problemas de apetito; problemas para dormir. En la depresión posparto los signos y síntomas son más intensos y duran más tiempo y, eventualmente, pueden interferir en la capacidad para cuidar al bebé y realizar otras tareas diarias. Los síntomas generalmente se desarrollan dentro de las primeras semanas después del parto, pero pueden comenzar antes, durante el embarazo, o más tarde. Los signos y síntomas de la depresión postparto pueden incluir los siguientes: Estado de ánimo deprimido o cambios de humor graves; llanto excesivo; dificultad para relacionarse con el bebé; aislarse de familiares y amigos: pérdida del apetito o comer mucho más de lo habitual; incapacidad para dormir (insomnio) o dormir demasiado; fatiga abrumadora o pérdida de energía; interés y placer reducidos en las actividades que solías disfrutar; irritabilidad y enojo intensos; miedo a no ser una buena madre; desesperanza; sentimientos de inutilidad, vergüenza, culpa o insuficiencia; disminución de la capacidad de pensar con claridad, concentrarse o tomar decisiones; pánico; pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. También existe la Psicosis posparto, “un trastorno poco común que generalmente se desarrolla dentro de la primera semana después del parto, los signos y síntomas son graves”, aseguró Herrera. Los más importantes son: Confusión y desorientación; pensamientos obsesivos acerca de tu bebé; alucinaciones y delirios; alteraciones del sueño; exceso de energía y agitación: paranoia; intentos de lastimarte a ti misma o a tu bebé.“La psicosis posparto puede causar pensamientos o conductas que ponen en peligro la vida y requiere tratamiento inmediato”, aseguró Herrera, quien recomendó a la sociedad en general debe conocer más sobre estas alteraciones en las madres, “las mujeres a nuestro alrededor pueden estar sufriendo un verdadero infierno, debemos estar alerta a los cambios para buscar ayuda oportuna”, recomendó el experto.