Theofilus Toulkeridis es geólogo, experto en riesgos, paleontólogo e investigador.
Un aproximado de 50 personas asistieron este sábado 3 de diciembre, al auditorio de la Cámara de Comercio de Latacunga. Lo hicieron deseosos de explicaciones en torno a la actividad volcánica que atraviesa el Cotopaxi. A Ismael Naranjo, asistente, los reportes del Instituto Geofísico no le parecen suficientes, por eso llegó para escuchar la explicación del investigador Theofilos Toulkeridis.
El evento empezó a las 18:00 tal como estuvo previsto. Theofilus abordó el tema de golpe, explicó el proceso eruptivo histórico del Cotopaxi, o al menos desde que se tiene evidencia (2 200) años. Con pinturas de siglos pasados y fotografías muy antiguas evidenció cómo la emisión de vapor de agua y ceniza del cráter del volcán es relativamente normal en periodos cortos de tiempo.
De acuerdo a sus estudios, la actividad que el coloso registra desde octubre de este año, es hidrotermal, es decir, emite material antiguo que se encuentra en la parte alta del cono volcánico. Similar al que ocurrió en agosto del 2015. “Por ahora, no hay peligro de una erupción fuerte”.
Sin embrago, aquello no es motivo de tranquilidad, pues las erupciones fuertes del volcán de 5 897 metros sobre el nivel del mar, se dan en promedio cada 117 años. Desde la última ocurrida el 26 de junio de 1877, pasaron ya más de 145 años. Con ello queda claro que un evento catastrófico que acabaría con parte de Sangolquí, Latacunga y Salcedo, puede ocurrir, en los próximos años, no muy lejanos.
«Puedo decir que en el 2022 no ocurrirá una erupción fuerte, pero en los próximos años es probable de acuerdo al comportamiento del volcán a través de los siglos».
Buena parte de la conferencia del experto griego estuvo dirigida a lamentar como las autoridades locales y nacionales descuidaron los planes de contingencia. Y tampoco se implementó obras de mitigación como otros países, donde se trabajó en la parte baja de los volcanes para evitar que el lahar se disperse demasiado, atrape las piedras y no exista demasiada afectación en las zonas pobladas.
Explicó que el lahar no es únicamente una masa de lodo. En la parte frontal lleva gigantes piedras que de llegar a las zonas pobladas, acabarían en segundos con la vida de personas y animales. En el caso del Cotopaxi, estos lahares llegarían a Latacunga en un promedio de 90 minutos, “lo que dura un partido de fútbol”, bromeaba.
Durante la conferencia del griego, Ismael coincidía con sus posturas, pero tras escucharlo también reflexionó, “vivo en una de las zonas de mayor riesgo volcánico, pero me atrevo a decir que desde el 2015 hasta ahora, un 90% de personas no se ha preparado ni ha hecho absolutamente nada con respecto a una posible erupción”.
De acuerdo al gobernador Oswaldo Coronel, el COE Provincial llamó a las instituciones públicas y privadas actualizar sus planes de contingencia. Pero aún no se señala una fecha específica para realizar simulacro
El GAD Municipal de Latacunga recién está recogiendo información para establecer rutas de evacuación y colocar señalización. Advirtieron que ese trabajo no podrá ser concluido en esta administración.