Foto: Paulina Cajilema, abogada en libre ejercicio.
El día Internacional de la Mujer, nace desde las mujeres de los sindicatos, progresistas y liberales para garantizar los derechos sociales, económicos y políticos, principalmente: la estabilidad laboral, el respeto a las 8 horas diarias de trabajo, el derecho a horas de lactancia, sueldos justos, la eliminación del trabajo infantil y para frenar la violencia en que vivían. Cada 8 de Marzo representa un compromiso de alzar mucho más nuestra voz para reivindicar nuestros derechos.
¿En qué condiciones llegamos a este 8 de marzo del 2021?
En un contexto de pandemia y confinadas, pero con un gran proceso de organización popular. Frente a la violencia de género, somos precursoras en la elaboración de políticas públicas para prevenir y atender los casos entorno a esta problemática social, en Latacunga el 25 de Noviembre del año pasado, presentamos la Ordenanza respectiva y esperamos que sea aprobada este lunes.
Las mujeres de América Latina, nos disputamos espacios en la toma de decisiones en el sector público y político, después de las elecciones presidenciales en el país, es preciso saludar el liderazgo y valentía de asumir sus candidaturas, principalmente aquellas que representaron a obreras, estudiantes, maestras, amas de casas, campesinas y demás organizaciones sociales.
Caminamos firmes en defensa de los derechos laborales, en el contexto de pandemia el desempleo va en aumento, son 331 mil personas que no tienen ninguna fuente de ingresos; hemos elaborado la ley para garantizar el primer empleo, para que hombres y mujeres puedan acceder a condiciones de trabajo estables con remuneraciones acorde a su fuerza laboral, esta será entregada a los nuevos asambleístas provinciales.
A nivel nacional somos parte de la demanda de inconstitucionalidad a varios articulados de la Ley Orgánica de Apoyo Humanitario, que permitieron la flexibilización laboral y formas precarias de trabajo. Hoy nos sumamos al pedido de las compañeras del sector de salud, al exigir la vacunación masiva como medio para garantizar la salud y la vida, pero también para garantizar la reactivación económica.
El 8 de marzo de 2021 marca un punto de inflexión en el que las mujeres trabajadoras nos preguntamos ¿Qué hacer ahora, para garantizar el cumplimiento de nuestros derechos? Y la respuesta es elevar nuestra lucha a nivel mundial y mejorar nuestra organización por los derechos y libertades económicas, democráticas y políticas en oposición a los efectos devastadores de la pandemia y la crisis, la intensificación de la explotación y las desigualdades. Organizadas y unidas conseguiremos mejores días para nuestra sociedad, para nuestros hijos y para nuestros compañeros.