Foto: Nelson Sánchez, abogado en libre ejercicio
El 16 de marzo de 2020, nos encerramos y no sabíamos que esperar por la pandemia global del coronavirus, teníamos una guerra con un enemigo invisible, al que no comprendíamos ni conocíamos, los días se empezaron a tornarse en semanas y veríamos asombrados como en otros países las personas morían, y hasta fuimos espectadores estupefactos de como en nuestro país tuvimos cadáveres en las calles porque los encargados tenían miedo a recogerlos.
Pasaron meses y la economía de las personas empezó a sufrir graves consecuencias, principalmente entre las personas que viven del día a día, quienes ya no tenían como alimentar a sus hijos, por lo que nos encontramos con el problema de la informalidad, justificada plenamente con la necesidad de tener que llevarse algo a la boca, de igual manera el ánimo de fiesta salió a relucir y los contagiados aumentaron exponencialmente, lo que saturó el sistema de salud y tuvimos gran cantidad de fallecidos, entre familiares, amigos y conocidos.
La solución con una vacuna recién empezó a tomar forma en el 2021 y empezaron a darse los primeros pasos, con repudio vimos a los vacunados VIP, que por padrinos dentro del gobierno tuvieron preferencia y privilegio en su inoculación, y en medio de esta grave emergencia sanitaria acudimos a las urnas para elegir un nuevo gobierno.
El señor Guillermo Lasso, fue el designado por los votantes, para liderar el país, y se propuso un plan ambicioso de vacunar a nueve millones de personas en cien días, todos estábamos expectantes de que lleguen las vacunas y de la forma de organización que logre cumplir el objetivo, se pensó en el plan a través del lugar de votación.
Sin embargo, la falta de dosis y otros aspectos hicieron que exista bastante ausentismo, en ese momento llegaron más vacunas y el sector privado representado por los gremios empresariales que desde hacía tiempo se habían puesto a la orden para ayudar en el proceso, fueron considerados y con una estrategia sencilla pero efectiva, que consiste en establecer puntos de vacunación en las empresas, donde los beneficiados sean sus colaboradores así como sus familiares, se va a lograr el objetivo.
En nuestra ciudad (Latacunga) el Colectivo de Gremios recién creado, se ha puesto al frente y han tenido una respuesta inmediata y masiva, las empresas se han unido, y en el punto de la empresa CEDAL, quien ha puesto todo su contingente personal y económico se han vacunado 4 mil personas, de una manera muy ordenada y organizada, estando pendiente para la semana que viene los otros tres puntos en Aglomerados Cotopaxi, Novacero y Provefrut, con lo que espera llegar a 20 mil personas vacunadas, es decir al 12% de la población.
Que bien que comprendamos que los gremios empresariales y las empresas, cumplen con un papel fundamental en la sociedad, lo están demostrando con este proyecto, el gobierno no debe considerarle como el enemigo, sino como un aliado que puede apoyar en el desarrollo sostenible del país, juntos el sector público y privado lograremos mejores resultados.