Foto: Los contribuyentes siguen pagando.
Tras medio año del ofrecimiento del alcalde de Latacunga, Byron Cárdenas, para cambiar la ordenanza de cobro al impuesto de la fiesta de la Mama Negra, esta sigue intacta. El impuesto de 0.50 centavos para realizar cualquier trámite dentro de la Municipalidad se sigue cobrando.
Son aproximadamente 180 mil dólares que se logó recaudar el 2020, en plena pandemia por impuesto a la Mama Negra. El Alcalde se defiende asegurando que es la Comisión de esa fiesta la que debe presentar un proyecto de ordenanza. “Hay la insistencia”, se refiere la autoridad máxima del Cabildo con respecto al documento.
Sin embargo, Gabriel García Moreno, concejal, lo desmintió. El proyecto de reformulación de ordenanza no debe nacer desde la Comisión de Fiestas, tampoco desde el Comité de Mama Negra.
“Las ordenanzas de reformas tributarias, deben nacer desde la Alcaldía”, sostuvo el edil, quien cuestiona qué irá a pasar o ya pasó con ese dinero.
Dinero que, según Byron Cárdenas se debe destinar para enfrentar la emergencia sanitaria. Pero lo viene diciendo varios meses.
Mientras tanto, Eloisa Choloquinga, oriunda de una comunidad de la parroquia rural de Toacaso, junta sus últimos centavos para pagar del impuesto de un pequeño terreno donde tiene su casa. “Para la gente que tiene dinero fácil juntar 0.50 centavos, para nosotros no”.
En promedio una persona común paga un mínimo de 10 dólares anuales en el impuesto de la Mama Negra. Se paga por cada trámite en el Municipio, por el servicio de agua potable, matriculación vehicular y se sigue pagando, pese a que no hubo fiesta, con un panorama en el que tampoco habrá.
“Sigue engrosándose el presupuesto del Municipio con dinero de los latacungueños”, criticó Gabriel García, quien, hace meses habría presentado un proyecto de ordenanza para la reactivación económica de Latacunga. Aquí estuvo contemplado eliminar la taza de cobro por impuesto a la Mama Negra. A este proyecto no le dieron ni la más mínima atención. Quedó varado, en el olvido.
“Lo que no se olvidan es de cobrar puntualitos ese impuesto, recuerdo que nunca asistí, jamás me gusto, esa fiesta se volvió solo una vitrina de personas que les gusta tomar licor. No representaba ningún beneficio para los latacungueños”, aseguró Nancy Herrera.