PATUTÁN TIENE CALABOZO SECRETO PARA DELINCUENTES Y SOSPECHOSOS

PATUTÁN TIENE CALABOZO SECRETO PARA DELINCUENTES Y SOSPECHOSOS

Foto: La Comuna Jurídica de Patután esta ubicada al norte de Latacunga.

A 15 minutos del centro de Latacunga, se levanta un poblado que hasta hace poco, pasaba desapercibido. El nombre de la Comunidad Jurídica de Patután (Eloy Alfaro), se hizo famoso cuando hechos violentos se registraron.

Estos acontecimientos se volvieron repetitivos desde hace siete años, esta fecha coincide con la entrada en funcionamiento del Centro de Privación de Libertad (CPL), Cotopaxi N°1.

“Vivíamos en completa armonía, hasta que llegó la cárcel”, comentó, Manuel Guanoluisa, morador del sector. Quien relató cómo cambió la vida desde entonces; presencia de carros blindaos, con vidrios polarizados, sin placas, personas extrañas rondando, robo a personas, vehículos y casas.

Uno de los hechos más lamentables fue el asesinato de Jenny T., ocurrido hace más de tres años. El más reciente la fuga de una persona privada de la libertad (ppl), que amenazó y robo el celular de una joven de 17 años.

El hecho fue captado gracias a que, la hermana menor de la joven acudió a tocar las alarmas comunitarias, que son un nexo con la comunidad que ya está organizada.

Apolinario Yánez, presidente de la comuna jurídica, explicó que, al ser legalmente jurídicos, en este espacio se permite realizar justicia indígena. Su administración va dos años y se han realizado tres ajusticiamientos.  

“La Ley no nos faculta no matar”, aclaró, pero sí realizan una purificación, por medio de caminatas extensas cargando tierra, descalzos, solo en ropa interior, mientras las mujeres del lugar lo ortigan, lo bañan con agua fría, los mayores lo castigan con látigo y al mismo tiempo le aconsejan para que rectifique su vida.

Pero más allá de la justicia indígena, en Patután se creó un calabozo subterráneo, diseñado con hormigón armado, para encerrar al posible delincuente hasta que se determine si es o no culpable del delito que se le imputa.

Yánez aseguró que no se puede detallar dónde específicamente se encuentra el calabozo, por motivos de seguridad. Lo que sí se sabe es que hay siete parlantes en la iglesia, están detectados cinco sectores, todos perfectamente organizados.

Cuando una alarma suena, inmediatamente los moradores lo dejan todo. Alguien puede estar en peligro. La comunidad se activa. “No nos quedó otro camino que la organización, así debemos protegernos unos a otros”, aseguró el Presidente de la comuna jurídica, para quien es imposible mantenerse en tranquilidad con la cárcel cerca, por ello se realizó el pedido para que esta se vuelva solo provincial.

Sin embargo, en la última visita de Fausto Cobo, director nacional de la SNAI, se aclaró que el pedido no se puede cumplir. La cárcel que actualmente alberga a más de 5 mil personas, se queda en Cotopaxi y hay que aprender a vivir con ella.

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