Foto: Problema. Los miembros de la asociación se instalaron en las afueras del Municipio de Latacunga.
Con diferentes carros tipo gusanito y una carpa temporal, llegaron los trabajadores y representantes de la Asociación de Juegos Mecánicos del Ecuador (Ajme), a la Municipalidad de Latacunga para exigir que se haga una revisión más exhaustiva del informe técnico emitido por la mesa 6, mismo que imposibilita el libre funcionamiento de los juegos mecánicos.
Aducen que se trata de una discriminación porque es el único sector que no se ha podido reactivar económicamente desde que inició la emergencia sanitaria y que cientos de familias dependen de este sustento
Marcelo Tarco, presidente de la Ajme, aseguró que cumplen con todas las medidas de bioseguridad, que no es un foco de infección como se lo ha querido hacer ver, y que insistirán en primera instancia con una huelga de hambre para posteriormente ir a la vía legal. “Esto representa una pérdida de aproximadamente 300 mil dólares, no es justo que nos hagan esto en nuestra propia ciudad”, enfatizó.
Agregó que el 02 de septiembre, el alcalde de Latacunga Byron Cárdenas, ofreció un lote de su propiedad para el funcionamiento de estas atracciones mecánicas y que por ese motivo vinieron desde diferentes puntos del país a armar sus máquinas en la ciudad.
Santiago Santacruz, jefe de la unidad de agentes de control del Municipio de Latacunga, recibió a los manifestantes en representación del alcalde de la ciudad, y aseguró no conocer mayores detalles del informe técnico que imposibilita trabajar a este sector. “Lamentablemente no pueden trabajar, desconozco los motivos, deberían dirigirse a Danilo Chiliquinga, encargado de la mesa 6 para una información más amplia” agregó.
De su parte Nicolai Chacón, asesor de la asociación, manifestó que no bajarán la guardia mientras no se les dé una respuesta sustentada para no poder trabajar, y añadió que estarán pendientes durante este feriado de los establecimientos nocturnos que generen aglomeraciones, así como también de las plazas y mercados de la ciudad. Pues reitera que se trata de una discriminación porque es el único sector al que no se le permite trabajar.