Foto: Comunicadores de Latacunga con el alcalde del cantón, Byron Cárdenas
A propósito del Día del Periodista Ecuatoriano que se conmemora cada 5 de enero, la Fundación Periodistas Sin Cadenas, realizó una encuesta online sobre el ejercicio periodístico en Cotopaxi. La investigación fue publicada el 14 de junio de 2021, en las redes sociales y en la página web de la fundación.
Los 20 trabajadores de diferentes medios de comunicación y cargos (periodistas, directores, locutores, presentadores, gerentes, productores y corresponsales) radicados en cantones como: Latacunga, La Maná y Salcedo, fueron entrevistados para obtener los datos; con ocho de ellos se “mantuvo entrevistas a profundidad”, señala el informe de la fundación.
En Cotopaxi, el 70% de las personas que se dedican a esta profesión gana el salario básico (400 dólares) o menos. A esto se suman problemas de “competencia, individualismo y poca capacitación, pero sobre todo una saturación del campo laboral. Los comunicadores que se gradúan en las universidades locales no encuentran espacio para trabajar”, asegura.
Además, una de las conclusiones centrales, como en las demás provincias analizadas por la fundación, es que la precarización laboral impide mantener agendas periodísticas de calidad.
La mayoría no tiene estabilidad laboral, pues trabajan por servicios profesionales o a cambio de publicidad. “Se trabaja sin seguro. Si te llegan a pagar un sueldo, tienes suerte. Aquí los medios te dicen no te puedo pagar, pero consigue publicidad y te armas tu sueldo”, afirmó una fuente a la fundación durante la entrevista.
“La precariedad laboral es la principal problemática e incide directamente en la calidad de la información y compromete la ética periodística”, añade.
Aunque las condiciones laborales son las que más preocupan en Cotopaxi, existe una serie de problemas adicionales que complican el escenario para la profesión.
Entre ellos la fundación destaca una deficiente formación universitaria, la proliferación de medios digitales sin profesionalización, la competencia y escasez de la pauta publicitaria, una potente desunión gremial y la saturación del campo laboral.
Sostienen que las necesidades de los periodistas de Cotopaxi son varias, pero radican sobre todo en la urgencia de capacitación en sostenibilidad de medios, ética periodística, redacción y seguridad digital.
Recomiendan trabajar en una visión colaborativa del periodismo, pues una de las conclusiones de la investigación es que existe una honda ruptura entre las generaciones de periodistas nuevos, que no encuentran en los más experimentados apoyo para aprender del oficio, y una negativa de los segundos a innovar, lo que se suma a un celo profesional profundo que impide pensar nuevas formas de hacer periodismo en la provincia.
Además, “en ninguna de las provincias analizadas hasta hoy existe una organización gremial sólida. En todas se ha registrado deficiencia de estas coaliciones que no logran el objetivo de capacitar a sus agremiados y pelear por sus derechos”, explica.
Cotopaxi no es la excepción, “con el agravante de que aquí existe más división debido al enfrentamiento de dos agrupaciones: la Asociación de Comunicadores en Radio, Prensa, Televisión y Afines y el Colegio de Periodistas de Cotopaxi, cuya principal diferencia radica en que la segunda reúne únicamente a profesionales con título universitario, mientras que en la primera también participan empíricos. Aquello ha impedido sintonizar las necesidades de los comunicadores, que no logran trabajar en conjunto y superar estos escollos”.
La investigación destaca que fue complejo para las investigadoras lograr que los contactados en Cotopaxi accedan a llenar la encuesta base y posteriormente dialogar de forma más extensa sobre las dificultades que enfrenta el oficio.
“Corroboramos que existe poco interés por parte de los encuestados, cuyos testimonios para fines investigativos fueron codificados”.