Foto: En los exteriores del Consejo de la Judicatura de Salcedo, familiares de María Cunalata exigen pena máxima.

El 25 de septiembre de 2020, la desaparición de una mujer indígena de 42 años, llamó la atención de los habitantes de la parroquia Mulalillo en Salcedo. Se trataba de María Cunalata

Su exconviviente Pedro E., principal sospechoso, en varias ocasiones aseguró que no sabía nada de la desaparición, esto mientras permanecía en su casa y “colaboraba” con información a la Policía Nacional.

14 días después (9 de octubre), el cuerpo sin vida de María Cunalata, fue hallado en el reservorio de una florícola donde ambos trabajaban. “Estaba maniatada de pies y manos con piedras en su cuello” detalló Juan Carlos Salazar, comandante de la Subzona Cotopaxi.

Agregó que primero la pareja habría tenido una discusión, posteriormente la golpeó violentamente hasta matarla, y finalmente ocultó el cadáver en un reservorio.

Para Lourdes Tibán, abogada de la víctima, la desaparición del cuerpo se hizo con complicidad. Existiría una versión del hijo menor de la pareja viendo llegar a unos sujetos en moto. No descartó que el presunto culpable haya matado a más mujeres.

La descomposición del cuerpo no permitió  a los agentes investigadores recabar indicios para determinar culpables de forma inmediata. La autopsia se realizó en el centro forense de Ambato.

Mientras se desarrollaba este proceso investigativo Pedro E, aprovechó para darse a la fuga.

Sin embargo, después de seis meses de búsqueda agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), dieron con su paradero el miércoles 10 de marzo en el cantón Salitre provincia de Guayas. “Las pruebas recabadas determinan que tiene participación directa”, aseguró Salazar.

El sujeto se escondía en la casa de una excuñada. Además este no sería su único crimen, En 2005 habría provocado la muerte de su primera pareja “por estrangulamiento en Babahoyo provincia de Los Ríos, por lo que pagó una condena por homicidio simple”, contó Salazar.

Actualmente está detenido en el Centro de Privación de Libertad (CPL) Cotopaxi, con prisión preventiva mientras dura los 90 días de la instrucción fiscal, para posteriormente ser sentenciado.  

Sus familiares y la defensa de la víctima exigen la pena máxima (30 años) por este hecho que conmocionó a Cotopaxi.