Foto: Nelson Sánchez, abogado en libre ejercicio
Recuerdo que cuando tenía unos 10 años, leía a Quino y en una de sus publicaciones, Mafalda estaba ojeando una revista y decía “la vida empieza a los cuarenta”, y Mafalda llevaba su rostro al cielo y decía “y entonces para qué cuernos nos hacen venir con tanta anticipación”.
Leyendo esa historieta pensaba como será llegar a esa edad viendo un horizonte tan lejano, como que los que ya cumplen 40 eran unos mayorcitos que ya debieron cumplir sus metas, pero mientras uno menos lo espera, el día llegó y ahí ha sido para todos los que nacieron en 1981.
Justo la semana pasada llegó la temida fecha, mientras los amigos de la leva nos consolábamos mutuamente y nos hacíamos al dolor, los mayores decían que era una fecha más y normal, los más jóvenes nos miraban con temor y recelo al saber que también les tocará, y la típica pregunta, que se siente llegar a edad?
Y entonces haciéndome un análisis de lo vivido creo que voy entendiendo por qué para Mafalda la vida empieza a los 40, pues ya tenemos una experiencia importante de la vida, hemos pasado varias aventuras, se nos fue la niñez entre juegos con los amigos, pasó la adolescencia en el colegio, luego se nos fue la juventud, pero tenemos una gran cantidad de historias que contar, hemos logrado objetivos personales y también familiares, los que nos casamos, pues tengo varios amigos que no tienen ni interés ni esperanza de casarse, mientras otros ya se divorciaron o solo se arrejuntaron.
Sin embargo, lo más importante es que todavía tienes metas y objetivos por cumplir, y puedes seguir buscando nuevos desafíos, los que ya no se eligen “casi” al azar como cuando estábamos en el colegio, ahora sabes que hay que tomarse el tiempo para decidir, ya no eres solo tú, sino que tienes familia a quien tus decisiones puede afectar.
Y entonces ¿qué se siente llegar a edad? Puedo responder que se siente la alegría de vivir, luego de una pandemia impensada, el tener salud es lo mejor, y también tener a tus padres todavía acompañándote no tiene precio, a más de una molestia en las rodillas y algunas canas en la cabeza, todo sigue igual, y al final no importa la edad física sino como te sientas, y como miras la vida, por lo que puedo decir que esa generación del 81, está muy alegre y con ganas de hacer lío. ¡Felicidades cuarentones!
