Foto: Nelson Sánchez, abogado en libre ejercicio
El gobierno ha mostrado el siguiente paso en su política, una vez que su plan de vacunación ha sido exitoso, empieza el proceso de socialización de una Ley denominada de Oportunidades Laborales, en la cual se propone que exista una nueva normativa para las personas que actualmente no cuentan con trabajo, o viven en el subempleo e informalidad, que según los datos estadísticos son 7 de cada 10 persona que forman parte de la población económicamente activa, que coexista con el actual Código del Trabajo que protege a una gran cantidad de trabajadores que actualmente se encuentran bajo dependencia laboral.
La pregunta que nos nace es si es viable legalmente esta propuesta, y respondemos que es factible tener una normativa que aplique para quienes actualmente ya tienen sus derechos y una nueva para quienes recién se incorporen a la nueva realidad laboral.
Es indispensable que existan nuevas reglas para el trabajo, pues la rigidez de la norma actual, hace que en lugar de generar trabajo, más bien se pierdan los mismos, pues criterios tan anacrónicos como la jubilación patronal generan más bien que existan políticas de desvinculación temprana para evitar que los colabores accedan a este tipo de beneficios que tenían razón cuando se expidieron en el año 1938, pues no existía una afiliación universal a la seguridad social como existe ahora; así también, son necesarios nuevos tipos de contratos que se adapten a las circunstancias mundiales actuales, donde las reglas del juego y de competencia hacen que nos estemos retrasando por no modernizar nuestra normativa.
Existen varias voces discordantes con este planteamiento que vienen desde los mismos grupos de siempre, que solo se oponen a las propuestas sin dar justificaciones ni criterios sostenibles, de igual manera en la Asamblea muchos políticos que votan con la certeza de un sueldo fijo, tendrán que decidir sobre este planteamiento.
Esperamos una respuesta adecuada de parte de la Asamblea de lo contrario lo más democrático es consultar a los mandantes, para que decidamos si queremos seguir con normas que son un candado para conseguir trabajo, o tener una ley que nos de la opción y la esperanza de obtener trabajo digno y estable.