Foto: Eduardo Guerrero Guevara, educomunicador.
El carnaval es una tradición cultural que se festeja en varios lugares del país desde hace muchos años, utilizando principalmente el agua, oportunidad para reunirse en familia y en lugares públicos con desfiles y otras iniciativas. La pandemia hizo que se haga una pausa a esta costumbre enraizada en la sociedad.
Anteponiendo a esta forma de celebración, se pregonó la alternativa de la culturización del carnaval para desterrar el uso del agua, que agredía a las personas; calando en algunos lugares e instaurándose en una nueva celebración cultural.
Existieron opiniones divididas con razones valederas; unos indicando que esta costumbre atenta contra el respeto a la persona que transitaba por los lugares públicos, la otra en cambio que se debía mantener porque es parte del acervo cultural de los pueblos. Los años han pasado y las dos maneras de celebrar el carnaval son válidas; porque la cultura no es estática, sino que va evolucionando.
Han pasado dos años desde la presencia de la pandemia del COVID 19, que impidió que se realicen estas tradiciones. Desde el punto de vista humano, se logró mermar los contagios, pero desde las actividades económicas, hubo una reducción de las actividades comerciales y de servicios, afectando a las familias y a los empresarios.
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional, emitió normas para el aforo y uso de los espacios públicos; permitiendo el desarrollo de las actividades humanas con el cuidando en la salud, esto debido a la reducción en la tasa de incidencia, positividad y velocidad de contagio en relación a las últimas semanas.
Todo tipo de empresas, familias que subsisten de las actividades turísticas, tienen la expectativa que la venta de productos y servicios a los turistas en las fiestas carnavaleras; es la oportunidad para generar recursos económicos que beneficien directa o indirectamente a las familias.
Esperamos que en este largo feriado no existan contagios, como se evidenciaron en los feriados y festividades anteriores, que expandió los contagios con la muerte, las secuelas y los gastos que representaron tanto para los ciudadanos como para el Estado.
Las instancias encargadas de velar por la seguridad de los ciudadanos, están en la obligación de asegurar que, las actividades de esta fecha cultural, se desarrollen con el cumplimiento de las disposiciones, con la implementación de estrategias que garanticen el cuidado de las personas.
Los científicos indican que el COVID 19 se está instaurando en la humanidad, convirtiéndose en una enfermedad endémica mundial, debemos acostumbrarnos a convivir por mucho tiempo con todas las medidas de prevención. Es responsabilidad de cada uno evitar contagiarnos y contagiar; un momento de descuido puede ser mortal.