BARBIE: NO TODO ES COLOR DE ROSA

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Foto: Nathalie Aguilera, comunicadora social.

“Cuando a la gente se la despoja de su rostro amontonándola, primero se convierte en rebaño y después en jauría”.

Marina Tsvetáyeva

Cuando era pequeña no había para mí un mejor regalo y juguete que una muñeca Barbie, quienes me vieron crecer saben que con mi hermana y mi prima podíamos amanecernos inventando historias fantásticas con nuestras muñecas; que, en efecto eran lo que querían ser: sirenas, cantantes, profesoras, chefs, campistas, doctoras y demás.

Creábamos un pequeño mundo con la casa de Barbie, la ropa de Barbie, el colegio de Barbie, la cafetería, el auto y la playa, aquí el mundo era realmente perfecto tal como en la película.

Por ello, desde el momento que se anunció la película, me ilusione con verla, no por vestirme de rosa, ponerme una peluca rubia, o por empoderamiento femenino; me entusiasme porque esa muñeca hecha de frío y reluciente plástico me dio tardes de hermosa diversión, es un símbolo de una niñez feliz; lo que muchas niñas no tienen por desgracia, pero personalmente esté juguete en particular me regalo cantos, risas hasta que me duela la panza  e incluso lágrimas de emoción.

Sin embargo; mientras se acercaba la fecha para al fin ver la película, el uso y abuso de la imagen de Barbie fue tan utilizado y tan prostituido que llegó a hartarme.

No hay una red social libre del rosa, todas las marcas de fast fashión (que son las  que más explotan a niñas y mujeres en el mundo) y diseñadores promocionan este color y la película, solo se habla de ella, pero recién se escucha el nombre de Greta Gerwing y Margot Robie, mujeres talentosas, que desde hace más de una década están en la industria del cine haciendo películas mucho mejores y con más mensaje, pero que no recibieron jamás atención como ahora.

No estoy en contra de la oferta y demanda, estoy en contra del lavado de cerebros, estoy realmente impresionada de lo manipulable que pueden ser las personas en todo el mundo, y lo fácil que se mueven por causas innecesarias y absurdas.

 Mientras Barbie llena salas de cines y la gente sobre todo las mujeres (que en muchos casos nunca jugaron con Barbie),  se agolpan para conseguir una camiseta, medias o pantalón rosa; en el mundo del cine ya pasan cosas  que merecen más atención como las agresiones sexuales y de salario a cientos de actrices, como la huelga del sindicato de actores por los bajos salarios a guionistas, editores y actores que no reciben sus regalías.

 Ni hablar del mundo y lo que ocurre en nuestro país a diario, me gustaría saber si por lo menos el 10% de las personas que van con euforia a tomarse la foto en la premier de Barbie asistirán al estreno de Sound of Freedom, una película que presenta una realidad que nos concierne a todos, por la trata de personas en el mundo que tiene cifras realmente escalofriantes en el Ecuador y le puede pasar a cualquier persona, cualquier niña o niño de familia.

En fin, no puedo negarlo, yo también soy parte de ese conglomerado, porque como dije amo a Barbie desde mis más tiernas edades, y no voy a negar que más de una lagrima se me acumuló en el rabillo del ojo cuando la película inició, pues recordé años en los que mi espíritu era inocente y tenía otra idea del planeta.

 La película tiene un mensaje  muy claro sobre el  patriarcado y el empoderamiento femenino, tiene sus enredos bastante típicos y la intromisión de chistes vanos al estilo americano, pero también deja cosas por mejorar como la verdadera igualdad de género, saliendo de la competencia de los sexos.

(Alerta de Spoiler) En la película, Ken es únicamente un accesorio de Barbie y cuando llega al mundo real, se da cuenta que es un mundo de hombres, en el que el patriarcado está por todos lados, y al tratar de implantarlo en el mundo de Barbie, Ken fracasa, porque quiere a Barbie, porque no puede negar que fue creado para ser un accesorio de la muñeca, pero ella lo rechaza, e incluso en una parte cuando un Ken dice que quiere ir a la suprema corte una de las Barbies, asegura que esto sucederá solo cuando en el mundo real una mujer esté en la suprema corte.

Esto me parece innecesario, consideró que la verdadera igualdad está en aceptar las diferencias físicas y psicológicas que tenemos hombres y mujeres, podemos ser el mejor equipo y no necesitamos competir con hombres, sino competir contra un sistema que está errado.

En resumen, la película de Gerwig es un caballo de troya: una dura crítica al patriarcado en medio de un aparente e inofensivo mundo rosa; lo que es realmente perfecto, pero pudo ser más inclusiva y menos competitiva.

No está por demás decir que hay cientos de películas que tratan el empoderamiento femenino mucho mejor y con más claridad, muchas de ellas dirigidas y protagonizadas por la misma Gretta Gerwing,  Margot Robbie y hasta Ryan Gosling, pero ¿por qué no sabe de ellas el conglomerado, la masa y el populacho? simplemente porque no se hace una campaña que prácticamente te obliga a ver la película.

Recuerdo cuando fui al estreno de El Grill del César de Darío Aguirre, o Europa Report de Sebastián Cordero, (ambos directores ecuatorianos, premiados  a escala mundial por estas obras), la sala de cine solo tenía dos personas yo y mi novio, mientras la gente se agolpaba para ver los Vengadores en la sala contigua.

 Ambas películas son verdaderas joyas, regalos del Ecuador al mundo, pero muy pocos en este país las han visto, esto decepciona y también explica.

 Explica por qué el mundo funciona como lo hace, porque en cada campaña nos dejamos manipular por el pan y el circo, porque la música más escuchada es el reggaetón y cuando preguntas ¿te gusta algo tan misógino y agresivo? te dicen es bueno y bonito el ritmo, esto explica por qué la delincuencia campea en nuestro país, pues los tipos que sigues en redes sociales y que están encabezando  la lista de tu música le cantan a la mafia, a las pandillas, hablan de contrabando y lucen como gánsters.

Explica también porque los escritores reales deben hacer campañas y vender por internet sus obras ganadoras del premio nacional de literatura, mientras que los libros más leídos son los que les dan escribiendo a los influencers como Leo Tube.

En este momento en el mundo se producen y se crean mejores películas que nunca verás; poemas hecho canciones que nunca escucharás, y seguramente por las calles camina el líder ideal que necesita este país, pero ¡qué curioso!, nunca lo conoceremos.

 Porque tenemos la venda puesta, porque cada vez somos más manipulables como una muñeca a la que mueves de un lugar a otro, ahora en todos lados te dicen lo que debes hacer, cómo maquillarnos, comer, bailar, hablar, vestir y hasta votar.

Como borreguitos al corral, así es como te quieren y mientras les demos gusto, seguiremos en nuestro perfecto mundo como Barbie, sin darnos cuenta que hay mucho más allá, que hay toda una paleta de colores más allá del rosa.

“Si no le das educación a las personas, es fácil manipularlas”. Pelé.

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