Foto: Las adolescentes muchas veces abandonan sus estudios.
En el barrio Santa Rosa de Pichul, localizado en la zona alta de la parroquia Eloy Alfaro, del noroccidente de Latacunga, existe alta población migrante que llega desde la zona rural de Pujilí, concentra un alto índice de adolescentes embarazadas.
Marco Collaguazo, presidente del barrio Pichul, dio a conocer que, la mayoría de adolescentes embarazadas pertenecen al sector migrante. Hay familias en las cuales, una adolescente de entre 17 y 19 años, ya tiene dos hijos.
Es el caso de ‘María’ una joven de 18 años, que tiene dos hijos, el primero lo tuvo a los 15 años y el segundo a los 17 años. Ambos fueron concebidos sin que haya de por medio agresiones sexuales.
La joven no terminó sus estudios secundarios, en la actualidad le ayuda a su pareja en una fábrica de bloques de la parroquia Eloy Alfaro, donde ambos trabajan. Ganan menos del salario básico.
Las probabilidades de terminar sus estudios son mínimas. Es una posibilidad que no ha contemplado, pues lo poco que ganan en su trabajo a penas les alcanza para pagar el arriendo y adquirir alimentos.
‘María’ conoce casos como los suyos, de adolescentes que quedaron embarazadas a temprana edad, pero no todas en una relación sexual consentida. “Hay muchas que fueron forzadas, vivimos situaciones terribles”, aseguró.
Las cifras de embarazos adolescentes crecieron en el 2021, al momento el Distrito de Salud Latacunga, registra 25 embarazos de adolescentes de entre 10 a 14 años y 371 embarazos de chicas de entre 15 a 19 años.
De acuerdo a la socióloga Mary Guijarro, los embarazos frutos de una agresión sexual en el sector rural no son evidenciados, como tales, debido a que no se denuncian; muchos de ellos ni siquiera forman parte de las estadísticas debido a que las jóvenes no reciben atención médica durante su embarazo.
“La situación es realmente complicada, por lo general son violentadas por hombres de su entorno, tíos, padrastros, primos (…), las chicas suelen sentirse culpables o son amenazadas”, comentó, mientras explicó que desde hace años que se evidenció esta realidad el Estado siempre ha quedado pendiente de atender este problema.
Al respecto, el Distrito de Salud Latacunga, realizó un encuentro artístico con motivo de la Semana Andina y Centroamericana de Prevención de Embarazo Adolescente – 2021.
Julia Venegas, responsable distrital de Promoción de Salud del Distrito de Salud Latacunga, dio a conocer que la última semana de septiembre se realizó un encuentro artístico con motivo de la Semana Andina y Centroamericana de Prevención de Embarazo Adolescente – 2021.
Esto en el marco del componente 3 del Proyecto de Prevención del Embarazo en Niñas y Adolescentes, relacionado con el «Fomento del cambio de patrones socioculturales negativos vinculados a la naturalización de la violencia basada en género, el embarazo en adolescentes, y las uniones tempranas»,
“Del 20 al 30 de septiembre se realizan actividades lúdicas, charlas educativas con temas como la sexualidad, salud sexual con enfoque de género y derechos, la información como factor para la prevención del embarazo en adolescentes vinculados a los derechos sexuales y reproductivos, entre otros, en los Centros de Salud del cantón, para socializar las acciones que realiza el Ministerio de Salud Pública para prevenir el embarazo no planificado en los adolescentes, así como, la promoción de una vida libre de violencia especialmente la violencia sexual hacia niñas, niños y adolescentes”, informó, Venegas.
Karen Villamarín, representante del Centro de Salud Belisario Quevedo, expreso que ser parte del Club de Adolescentes le ayuda a su proyecto de vida, hablar libremente y con responsabilidad temas para prevenir el embarazo.
Según el informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) del 2012, donde se señala que el Ecuador es el segundo país de Latinoamérica, después de Venezuela, con la más alta tasa de embarazos adolescentes.
En 2019, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), hubo un registro de 51.711 nacimientos de niños cuyas madres eran mujeres adolescentes entre 10 y 19 años.
El embarazo adolescente le cuesta al país, anualmente, cerca de 270 millones de dólares, según la investigación de 2020 Consecuencias socioeconómicas del embarazo adolescente.